miércoles, 3 de junio de 2015

Canción de cuna para un niño muerto



Museo de la SHCP en el Antiguo Palacio del Arzobispado - México DF.
28 de octubre de 2014 al 30 de abril de 2015

Inspirada en la fotografía decimonónica de los niños muertos conocidos como angelitos, se presenta una muestra colectiva que retoma la temática, considerando la estética de la muerte de los infantes como una visión que la compara con el sueño. No dejes de visitarla hasta el 30 de abril en el Museo de Arte de la SHCP en el Antiguo Palacio del Arzobispado.


La práctica de fotografiar difuntos fue muy común en México esta tendencia proveniente de Europa en el siglo XIX y que perduró hasta el siglo XX. Antes de la fotografía, a través de la pintura se representaba a los pequeños difuntos de tres maneras: como angelitos, como si estuvieran vivos y llegando al cielo. Cuando dicho formato fue sustituido por la fotografía se comenzó a retratar a niños pequeños a fin de conservar un recuerdo de su corta vida y celebrar su “partida al cielo como angelitos”. Era común que los vistieran como santos, monaguillos o como si aún estuvieran vivos, incluso son sus juguetes. Esta práctica fue conocida como “La Muerte Niña”. Los niños fallecidos o angelitos se retrataban con los ojos cerrados, si vivieron poco tiempo y fueron bautizados, esto es, estaban libres de pecado; pero si nacieron muertos o murieron sin bautizar, se les abría los ojos para que al entrar al cielo pudieran ver la Gloria de Dios.


En la muestra se presentan 18 piezas entre pinturas y esculturas de diferentes artistas plásticos, podemos citar a: Arturo Rivera, José Reyes Meza, Felipe Cifuentes, Paulina Jaimes, Rocio Caballero, Santiago Corral, Olga Chorro, Olinka Domiguez, Gustavo Rico, Ulises Licea, Dario Ortíz, Alejandro Montoya, Jorge Marín, Rabí Montoya Galán entre otros.


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